Fluyo siempre y quiero que me acompañen

Somos agua y la vida es un constante fluir. Transitar en la vida no siempre es como uno quiere, las decisiones que uno toma no siempre te llevan al puerto que esperabas. Generar resistencia termina causando dolor y hay que buscar las mejores formas para aceptar lo que venga e ingeniar nuevas soluciones, abrirse nuevos caminos.

fluir

Tomado de Atenea Reiki

En este fluir es que ahora me mudo a una nueva página que aún se encuentra en desarrollo. Una web completamente mía y con un nuevo toque: IngridSoria.pe

Hasta ahora mis relatos han sido sumamente honestos. Se convirtieron en testimonios de lo que he vivido a lo largo de mi vida, pero ello me obligó a dejar de lado una parte muy importante de mí misma: la fantasía.

Soy una mujer que ahora disfruta mucho de su soledad y es en esos espacios/tiempos que no solo me encuentro, sino que también exploro los miles de universos paralelos que pueden darse. Vivo con un pie en un mundo del futuro, alterno, y también estoy con el otro en esta realidad.

Obligada a soñar despierta por dones que me fueron concedidos, he aprendido a fluir con ellos, a aceptarlos y a amarme tal cual soy. Acuariana en esencia, forma y fondo.

Este nuevo viaje que emprendo en IngridSoria.pe habrá fantasía, ficción, magia, erotismo, feminismo, protección animal, mucho contenido sobre mis gathijes y demás… Porque será un resumen de lo que soy, sin exhibirme por completo ya que mis redes sociales no soy yo, son una vitrina que me permiten mostrarme, manifestarme, liberar, crecer, interactuar… y sí, también hacer catarsis.

Espero que allí, tanto como acá, me sigan leyendo y me acompañen en la vida, en mis sueños, en esa imaginación que ninguna depresión pudo apagar. Ahora vuelvo a escribir, a comunicarme, a brillar. Disfruten de este viaje conmigo.

Random

3GW4yChMQqyJwJ9sNU6qCQ

Cuando veo películas siempre suelo completar los diálogos con apuntes o respuestas irreverentes. Es parte del humor negro que suelo tener.
Estoy escribiendo de nuevo, un poco porque ya era hora y otro poco porque necesito algo que empiece a romper con mi inercia. Me gusta escribir, así que puede que sea más efectivo que solo querer hacer algo sin sentido.
Antes de empezar a ver esta película ya sabía que me aburriría. Lo ha hecho varias veces antes. Estoy esperando encontrar el sueño reparador que ando buscando después de un largo proceso viral.
Creo que estoy teniendo una recaída. Solo espero que esta vez no sea tan serio como el proceso anterior que me mandó a la cama por una semana con fiebre y dos para empezar a sentirme mejor.
He tenido pensamientos negativos. ¿Por qué me ataca algo cuando parece que ya voy a ver algo de estabilidad?
Ya ni hay suerte en Tinder, o en Happn, o en Badoo. La verdad es que no tengo suerte porque al primer micromachismo salto directo a la yugular.
Sí, también estoy un poco enojada.
No encuentro mi propósito en la vida y me frustra mucho no saber hacia donde tirar. Antes eso se marcaba claramente por los deseos y necesidades de la familia. Pero ahora que está completamente en mis manos no tengo puta idea de lo que quiero hacer.
Los días son felices con mis hijxs gatxs. Ellxs son lo mejor de mi vida.
Mi familia también ha estado conmigo. Pero a veces siento que ya no puedo interactuar con la gente. Me gusta tanto mi soledad que salirme para tener dinámicas con otros no me vacila. Es una cuestión de comodidad. Quiero todo mi espacio para mí. Pero también es una cuestión de desesperación al sentir muchas voces, muchos comandos.
Supongo que estoy muy cerca de meterme en una cueva con cable e internet. Socializar a través de las redes.
Algo que he pensado hoy mismo: son muchas las causas que apoyo. Y si me involucro más con alguna de ellas?

Disfrutando y selfieando

Pues acabo de cometer un atentado a la ortografía en el título, creo. Es que a la Real Academia de la Lengua Española le da muy bien esto de andar aceptando palabras extranjeras siempre y cuando se escriban en español. ¡Seco y volteado con ese güisqui por no tener todavía lenguaje inclusivo!

En fin, no era a eso a lo que venía. Abrí mi blog para publicar unas fotos que se quedaron esperando a que yo superara ciertos temas duros y que me re conquistara. De alguna forma, re inventarme. Y no dije re construirme a propósito. Y es porque no hay un plan, la meta es estar bien.

Sentía, entonces, que dejar estos selfies viéndome contenta, disfrutando de la música, de mi sensualidad, de mi vanidad, jugando con Pumara, mostrándome tal cual soy -cuando soy así, jajajaja- no podían quedarse en una carpeta esperando salir al aire.

Pese a que por esos días sentía que lo que me movía era la rabia y la resolución a recuperarme, este preciso momento me permitió disfrutar de mi misma sin los sentimientos y miedos vividos por aquellos días. En estas fotos estoy disfrutando de mi.

 

También pueden seguir mis otras fotos en mi cuenta de Flickr o en mi cuenta de Instagram (@ingridsoria). Allí los veo. Ah, y si quieres ver qué temas me atraen y es por ello que comparto contenidos, puedes ir a mi Fanpage en Facebook.

De bodas y amores

Cuando una ya está dando la vuelta a la esquina de los treintas tienes muchas cosas más claras. Lo has dejado todo en las canchas. Estuviste de local y goleaste de visitante. También fue al revés. Aterrizaste de pechito en la cancha velluda de algún hombre y los marcadores se registraban encuentro a encuentro.

matrimonio-signo-770x474

Tomado de E.M.E de Mujer

Día de mi matrimonio. Estoy sentada en una mesa un poco más alta que el resto de los invitados. Desde esa perspectiva y estando bastante aburrida de la ceremonia me pregunto a cuántos de esos idiotas me habré hecho y ya ni recuerdo. Lo que no sé es si ello habla mal de mi memoria o de sus desempeños. Pero más allá de que hayamos tirado o no, algunos de ellos están aquí porque son mis amigos (o del novio) y eso no ha cambiado pese a que ahora conocemos un poco mejor nuestras geografías.

-¡Qué hablen los novios, qué hablen los novios!

¡Que hable tu vieja! No me gusta esta parte donde tengo que ser políticamente correcta y caerle bien hasta a esa tía que mi madre me obligó a invitar de una forma retorcidamente masoquista y donde, claro, las millas de culpa acumuladas por ser una pésima hija fueron cobradas.
No te mientas si crees que con los padres tus millas quedan en cero. Nunca quedan en cero.

Me paro entre mi familia, el ya mi esposo me dedica una sonrisa sincera, sostengo una copa con un champagne que me explicaron era caro. Detalle de la familia del novio. Sonrío a todos. Miro a mi esposo con un profundo amor porque sé que me ama como soy y que sabe que para mi en ese momento el resto del mundo me valga verga. Sé que entenderá… eventualmente.

-Quiero agradecerles a cada una y uno de ustedes por estar con nosotros y compartiendo este momento en donde decidimos, mediante una ceremonia, hacerlos partícipes de nuestra promesa: amarnos hasta que la muerte nos separe o por lo menos intentarlo con ganas.

Ya puedo escuchar algunas risitas, así que ¿por qué no ir por más?

-Si me preguntaran el momento específico en el que me enamoré de él, sería cuando vi y sentí su pene por primera vez. Esa noche que nos hicimos de todo y eso fue ganancia pura. Ese día supe que el trato estaba cerrado.

Maldición, no escucho ninguna risa, todos me ven con cara de «qué zorra eres», o de «¡¿cómo se te ocurre ser tu misma el día de tu boda, sólo por hoy no podías ser otra?!» Veo a los primos de mi esposo quedarse boquiabiertos con trocitos de comida cayéndoseles entre las babas. La verdad siempre fueron medios lornas. Más allá estaba mi prima que se atora con el champagne. Eso te pasa por tomar antes del «salud», primita. Todos mis hermanos antes de poner los ojos en blanco e intentar esconder sus cabezas en la mesa, me lanzan esa mirada: «¿no te podías controlar solo por hoy?». Y como estaba tan cerca de los puteos de mi madre, del infarto de la suegra, tardo en escuchar una carcajada auténtica e infinitamente hermosa.

¿Hemos pedido ‘happy brownies’ como parte del catering?. Volteo y es mi esposo. Nadie entiende mejor mi humor, mi sinceridad brutal, mi forma tosca para decir las cosas y lo cruda que puedo ser. Lo políticamente correcto también le llega al huevo. Aunque siendo un ‘caballero’ se ganó a mi madrecita.

Se acerca a mi, me estampa un beso que yo quiero termine con hacer el amor allí mismo, pero supongo que hasta tanto no llegamos. Él al palo, yo más húmeda que la selva peruana, decidimos hacer frente a mi poco manejo en público y salir victoriosos, porque fuera de los pobres familiares que estamos perdiendo gracias a infartos y las parálisis faciales de otros, tenemos la certeza de que somos el uno para el otro.

 

Machismos 1 (Instagram)

Me pueden seguir @ingridsoria

IMG_9931

(Tomado de @lagenteandadiciendo en Instagram)

Y mi comentario cuando lo repostee (I’m very sorry for my spanglish, but fuck yourselves!): Se dan cuenta que tenemos tan dentro el machismo que nos extraña que no se cobren la cena de otra forma? Piénsenlo. #machismo #feminismo #ingridsoria

En lo que mi país se diría «culito paga la cuenta».

Y encima que tengamos que pensar que se tienen que cobrar ya me da escalosfríos.

Y bueno, así estamos en pleno abril del 2018.